jueves, 29 de julio de 2010

La relatividad del bien y el mal




Se cuenta que un maestro sufí se ganaba la vida criando caballos, y una noche estos rompieron la cerca del corral y se escaparon. Sus vecinos, al enterarse, acudieron a expresarles sus condolencias:
- ¡Qué desgracia! Se han escapado los caballos, y ahora estás arruinado.
El sufí, por toda respuesta, dijo:
-Tal vez. Si esa es la voluntad de Allah…
A la noche siguiente, los caballos volvieron, trayendo con ellos una manada de caballos salvajes. Al enterarse, los vecinos acudieron a darle la enhorabuena:
- ¡Eso sí que es tener suerte!¡Ahora eres rico!
Nuevamente el sufí volvió a contestar:
-Tal vez. Si esa es la voluntad de Allah…
A los pocos días, el hijo del sufí estaba domando uno de los caballos salvajes, cuando este lo derribó, rompiéndole una pierna.
- ¡qué desgracia! – dijeron  los vecinos- Ahora tu hijo tal vez quede cojo para el resto de su vida. ¡Eso si que es tener mala suerte!
Otra vez el sufí dio su acostumbrada respuesta:
-Tal vez. Si esa es la voluntad de Allah…
No había transcurrido una semana cuando llegó la noticia de que un ejército enemigo había invadido el norte del país. En seguida llegaron los reclutadores y se llevaron a los jóvenes de la aldea, excepto al hijo del sufí, ya que este tenía la pierna rota. Y cuando los vecinos se lamentaron de su mala suerte y envidiaron la fortuna del sufí, cuyo hijo quedaría a salvo de los peligros de la guerra, volvieron a oír la acostumbrada respuesta:
-Tal vez. Si esa es la voluntad de Allah…

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