martes, 28 de junio de 2016

La felicidad de no depender


La historia se refiere a un individuo que se mudó de aldea, en la India, y se encontró con lo que allí llaman un sennyasi. Este es un mendicante errante, una persona que tras haber alcanzado la iluminación, comprende que el mundo entero es su hogar, el cielo su techo y Dios su Padre, que cuidará de él.
Entonces se traslada de un lugar al otro. Tal como tú y yo nos trasladaríamos de una habitación a otra de nuestro hogar. Al encontrarse con el sennyasi, el aldeano dijo: -"¡No lo puedo creer! Anoche soñé con usted. Soñé que el Señor me decía: -Mañana por la mañana abandonarás la aldea, hacia las once, y te encontrarás con este sennyasi errante- y aquí me encontré con usted."
-"¿Qué más le dijo el Señor?" Preguntó el sennyasi. Me dijo: -"Si el hombre te da una piedra preciosa que posee, serás el hombre más rico del mundo. ¿Me daría usted la piedra?" Entonces el sennyasi revolvió en un pequeño zurrón que llevaba y dijo: -"¿Será ésta la piedra de la cual usted hablaba?".
El aldeano no podía dar crédito a sus ojos, porque era un diamante, el diamante más grande del mundo.
-"¿Podría quedármelo?"
-"Por supuesto, puede conservarlo; lo encontré en un bosque. Es para usted." Siguió su camino y se sentó bajo un árbol, en las afueras de la aldea.
El aldeano tomó el diamante y ¡qué inmensa fue su dicha! Como lo es la nuestra el día en que obtenemos algo que realmente deseamos. El aldeano en vez de ir a su hogar, se sentó bajo un árbol y permaneció todo el día sentado, sumido en meditación.
Y, al caer la tarde, se dirigió al árbol bajo el cual estaba sentado el sennyasi, le devolvió a éste el diamante y dijo:
-"¿Podría hacerme un favor?"
-"¿Cuál?" le pregunto el sennyasi.
-"Podría darme la riqueza que le permite a usted deshacerse de esta piedra preciosa tan fácilmente?".

jueves, 23 de junio de 2016

Doce consejos para padres


1. Diga lo que piensa y piense lo que vaya a decir: exprese en forma directa y en sus propias palabras lo que siente. Sus hijos tienen derecho a saberlo. No los confunda.
2. Siempre diga la verdad: diga la verdad aun cuando sepa o crea que sus hijos se sentirán lastimados al saberla. Usted espera que su hijo sea también veraz. Sea un ejemplo.
3. Sea siempre el mismo; los jóvenes necesitan de alguien fuerte de quien depender, especialmente en momentos críticos. Al observar que usted es consecuente ellos podrán apoyarse en usted.
4. Respalde con sus actos lo que dice: no les diga una cosa, mientras que tiene otras reglas para usted. Sea el ejemplo.Atrévase a cambiar por Usted y por ellos.
5. Cumpla su palabra: si dice “no” que sea “no”. Si dice “si” que sea “sí”. Tome decisiones en las cuales sus hijos puedan confiar.
6. Exprésese claramente: la mayoría de los problemas familiares son causados por algo que no ha sido dicho con claridad, algo que es una suposición y que no ha sido discutido satisfactoriamente.
7. Cumpla siempre sus promesas: nunca prometa algo que no tiene intención de cumplir. Si las circunstancias le impiden cumplir una promesa, explique claramente las razones que lo impiden.
8. Pida perdón: los padres no son perfectos. Nunca trate de justificar sus faltas y equivocaciones. Admita sus errores. Si usted comete un error de juicio pida perdón.
9. Consulte con sus hijos: los hijos tienen un sentido de comprensión más profundo de lo que se les concede. Solicite sus ideas. Pregúnteles sus opiniones. Siéntase orgulloso del amor y la comprensión que ellos le profesan.
10. Ponga limites impulsado por su amor: nunca discipline a sus hijos impulsado por la ira. Si amenaza con castigarlos y no lo hace, lo que logra es confundirles. La violencia no educa, atemoriza.
11. Confíe en sus hijos: concédales alguna libertad acorde a la edad. Si usted les demuestra que confía en ellos, ellos responderán en forma confiable. Si confía en ellos, ellos confiaran en usted.
12. Manifiesten los padres su amor mutuo: el mejor regalo que los padres les pueden dar a sus hijos es un ejemplo de amor mutuo. Los hijos aprenden acerca de lo que es verdadero amor viéndolo en el ejemplo de sus padres. No sea un padre ausente, sus hijos no le pidieron venir al mundo, si decidió traerlos, son suyas las responsabilidades.

martes, 7 de junio de 2016

La gente tóxica


Cómo identificar a los «vampiros de energía».
Las palabras motivan o hieren profundamente, los seres humanos somos increíblemente frágiles, emocionalmente somos tan delicados que las palabras tienen el gran poder de perfilar nuestras vidas. Aquellas personas que descargan comentarios negativos que nos hieren, las podríamos llamar gente tóxica, y puede ser cualquiera: un amigo, un hermano, un jefe, tu mamá o tu papá, e incluso nuestra pareja. Sus comentarios sabotean de alguna manera nuestros esfuerzos por llevar una vida feliz y productiva.
Una persona puede ser tóxica para alguien y no serlo para los demás. A todos nos gusta ganarnos el respeto, la aceptación, el reconocimiento de los demás y escuchar palabras de aliento. Tristemente, no siempre es así, no falta la persona tóxica. Reconocer a una persona tóxica y saber qué hacer si nos topamos con ella, es de gran ayuda
¿Cómo identificarla?
  1. ¿Te pones de mal humor o te sientes menos después de una plática con ella?
  2. ¿Te sientes poco atractivo (a) estando con esta persona?
  3. ¿Te ignora?
  4. ¿Te provoca dolor de cabeza, te tensa y sientes alivio cuando se va?
  5. ¿Al hablarle tartamudeas o cambia de expresión tu cara?
Si contestaste si, te podrás dar cuenta de que estas personas cambian nuestro comportamiento y nuestros sentimientos.
Una persona con baja autoestima hará cuanto pueda por sabotear las relaciones o para sentirse importante, la raíz en la mayoría de los casos son los celos y se actúa de manera irracional.
A la gente tóxica le molesta cuando otro tiene éxito, cuando es atractivo, popular, simpático, culto, etc.
Vivir por darle gusto a todo el mundo, es imposible, así como sacrificar ciertas cosas sólo para ser aprobados.
Lo que tenemos que hacer es amarnos y aceptarnos y comprender que para alguien siempre seremos una amenaza a su seguridad y sin una razón específica. Dice un dicho: "No sé cuál es la clave del éxito: pero la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo".
Hay varios tipos de tóxicos:
  1. El que a todo mundo recorta
  2. El del Club de la Lágrima Perpetua
  3. El mosca muerta
  4. El chismoso
  5. El que disfruta difundir malas noticias
  6. El machista
  7. El sabelotodo
  8. El metiche
  9. El que se cree simpático
  10. El que mira por el hombro de los demás...
Hay que evitar el contacto con la gente tóxica, pero cuando esto no sea posible, respira hondo y trata de comprenderla: Es probable que no tenga suficiente amor en su vida. Intentemos convertir el coraje en fortaleza interna y mantener el control mientras recibimos el comentario o la actitud negativa, pensemos que ésta puede ser una reacción al dolor, al vacío, a la soledad.
Por último algo muy importante, debemos analizarnos profunda y honestamente, ver si acaso... ¡No somos nosotros mismos los personajes tóxicos !